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¿Cuándo acudir a consulta?

En ocasiones mis pacientes me han comentado que no saben cuando es recomendable acudir con un infectólogo.

Aquí te explico los motivos de consulta más frecuentes y los padecimientos infecciosos que comúnmente veo en mi consulta.

Estos son solo algunos ejemplos, si presentas otros síntomas o crees tener otro tipo de infección no dudes en contactarme. 

VIH / SIDA

Abarca el diagnóstico y tratamiento.

Maneras de prevenirlo antes y después de haberse expuesto al virus (PrEP - PEP).

Seguimiento y control de una persona que vive con VIH y las enfermedades que pueden presentarse de forma simultánea.

Infecciones respiratorias

Aquí se incluyen dolor de garganta, escurrimiento nasal, falta de aire, tos o flemas.

Padecimientos como COVID-19, influenza, faringitis, neumonía o bronquitis pueden ser atendidos en mi consulta. 

Infecciones de transmisión sexual

Ya sean aquellas que presenten síntomas o cuando existen dudas.

Signos como ronchas, comezón, flujo, úlceras, entre otras. Las más comunes son sífilis, gonorrea, clamidia y herpes genital.

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Infecciones de piel y tejidos blandos

Celulitis, erisipela, abscesos o infecciones de heridas quirúrgicas. habitualmente se manifiestan como enrojecimiento de la piel, dolor, calor, presencia de pus o aumento de volumen en sitios específicos.

Infecciones urinarias

Complicadas y no complicadas, como cistitis, uretritis, pielonefritis y abscesos renales. Los síntomas habituales son ardor, dolor al orinar, dolor en vientre bajo, fiebre o sensación de vaciamiento incompleto.

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Infecciones en hueso

Generalmente se manifiestan con dolor de huesos, fiebre y limitación al movimiento. Se requieren estudios especiales y apoyo con otras especialidades ya que son infecciones serias que requieren tratamiento prolongado.

Tuberculosis

Clásicamente se manifiesta con fiebre, tos y pérdida de peso pero puede abarcar otros órganos. Existen formas menos agresivas llamadas "latentes" que deben investigarse en personas con compromiso del sistema inmune.

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Manejo de antibióticos y resistencia bacteriana

Se debe al uso indebido, automedicación o mala prescripción de los antibióticos, lo que genera que las bacterias se vuelvan resistentes a los tratamientos habituales y sea necesario uso de antibióticos más potentes o combinaciones de estos.

Fiebre tifoidea

Los síntomas de la fiebre tifoidea más frecuentes son fiebre, dolor abdominal y diarrea pero pueden existir otros. Es necesario distinguirla de la salmonelosis porque el tratamiento es distinto. Las reacciones febriles no son de utilidad para el diagnóstico.

Vacunación

El uso de las vacunas es la forma más efectiva de prevenir infecciones graves o secuelas de las mismas.

Los esquemas de vacunación universales son para todas las personas pero en ocasiones se requieren refuerzos según la edad o enfermedades previas del paciente.

Hepatitis

Cuando ocasiona síntomas se presenta fiebre, coloración amarilla de la piel, diarrea o cansancio intenso.

En ocasiones se detecta en pruebas de sangre que se realizan por motivos distintos o durante algún check-up habitual.

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Dengue y otros virus

Los mosquitos e insectos pueden ser portadores de virus y bacterias que al picar o morder transmiten la enfermedad. Varían según la etapa del año e incluyen dengue, zika, chikungunya, rickettsiosis entre otros.

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